lunes, septiembre 05, 2005

Stardom Memories

Sudor frío... Fiebre, dolor en las puntas de los dedos. Entumecimiento de las manos.
A mi alrededor todo está infectado de una euforia que diluye los cuerpos de la gente en una masa tornasolada; todos somos uno.
Las yemas de los dedos empiezan a sangrarme, pero no importa. El feedback de mi amplificador me tiene, como diría Roger Waters confortablemente entumecido.
El tío que hasta hace un rato se encontraba al lado mío blandiendo una guitarra se ha arrojado sobre la gente, la marea lo regresa al precario escenario sobre el que celebrabamos un rito de tintes eleusinos.
El caos más apabullante reinaba en ese pequeño recinto, y yo empecé a saborear mi propia sangre mientras yacía en el piso, inmóvil y afiebrado.
Tratando de incorporarme entre toms rotos y platillos descascados comencé a pensar en Pete Townshend cuando escuchó por primera vez a los Sex Pistols, y entonces cerré los ojos.
Blackout.